martes, 8 de febrero de 2011

la gran derrota

     Cuando se conocieron ella era una niña, él un ser maravilloso.
     Cuando empezaron a salir ella tenía la mirada más bonita del universo, él mil y una aventuras que contar.
     Ella era inteligente, tenía mucho que contar y una sonrisa que inundaba el mar... pero él sólo la veía como un triunfo para su almohada.
      Así pasaron las semanas, los meses y los años...ella enamorada como nunca antes lo había estado y él orgulloso de su conquista(y eso que había rechazado conocer la parte más humana de la joven...).
Pero un día, sin más, ella se cansó de ser un maniquí, de sus mentiras y de calentar una cama fría donde sólo dormía él y soñaba ella con ser para él algo más que unos pechos turgentes y una cintura que agarrar...y él se hartó de fingir sentimientos ajenos, extraídos como cada una de sus aventuras de un libro que nunca acabó...
    

En la despedida ella perdió un par de besos al despertar, él al amor de su vida.


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